ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL
Recuperación, estudio y divulgación de antiguos documentos de la Villa.
Uno de los objetivos del Centro de Estudios Chivanos (CECH), es la recuperación de todo tipo de reproducciones de documentos escritos y gráficos, existentes en archivos o bibliotecas nacionales y regionales, así como originales o reproducciones de particulares, que se refieran, preferentemente, a Chiva y a su comarca. Unos fondos que enriquezcan los que posee el Archivo municipal y permitan abordar estudios cada vez más completos sobre el área considerada.
Así pues, en 2019 nos unimos a la iniciativa del Ayuntamiento para localizar, adquirir y catalogar esos legajos; además de ocuparnos del estudio, promoción, publicación, difusión y distribución de dicha documentación. Unos fondos que se pretende sean parte fundamental del Archivo Histórico Municipal y del futuro Centro de Difusión Patrimonial (CDP). Un espacio para el estudio, la conservación y la puesta en valor de todo nuestro capital cultural y medioambiental.
El objetivo de este proyecto, pues, era nutrir de fondos el Archivo Histórico Municipal y hacer llegar a nuestros vecinos y a los especialistas, documentos vitales para conocer y reivindicar nuestra historia; el fascinante pasado de una población que ha participando activamente en los hechos más trascendentes y en el desarrollo de nuestra Comunidad.
Llamaba la atención, que en nuestro archivo apenas quedaran escasos legajos y que no poseyera, ni siquiera, las cartas de repoblación que la mayoría de municipios atesoran para atestiguar su origen. Así, nos pusimos en marcha para estudiar esos documentos desperdigados y seleccionar y digitalizar los más relevantes.
Hasta ahora, se han localizado gran cantidad de documentos de nuestra Villa, en diferentes archivos del país. Unos fondos de los que destacarían los del Archivo Ducal de Medinaceli, una institución poco conocida por los historiadores valencianos pero que conserva tal cantidad de legajos del Señorío o la Baronía de Chiva, que se podría hacer un recorrido histórico por ella, prácticamente, desde el siglo XIII hasta el XIX. De ahí que incluso se hayan entablado negociaciones para traer, a nuestro pueblo, estas miles de páginas microfilmadas, en concreto las referentes a las casas de Entenza, Urgel, Moncada y Medinaceli.
En él, hemos encontrado rollos enteros de posesiones, pleitos o censales, como las notas sobre liquidación del pago de ciertos censos de las Baronías de Chiva y Beniarjó, o sobre la compra de posesiones, como la de la Masía de Corachán o la Masía vieja en el Llano de Quarte. También sobre las obligaciones de los enfiteutas, como por ejemplo, anecdóticamente, el regalo de gallinas y cabritos que deben hacer a mi casa y por Pascuas de Navidad y Resurrección los vecinos y Ayuntamiento de la Villa de Chiva. También sobre concesión de títulos, como el de grandeza de España honoraria al Marqués de Aytona.
Por otra parte hay varias notas sobre la Baronía y Villa de chiva y sus lugares de Gestalgar, Miralcamp, Perenxisa y Godelleta, desde 1.240 hasta 1.661, incluida la Carta puebla de 1.610 o la sentencia dada por el Justicia de Chiva, en favor de Guillen Ramón de Moncada y Dª Beatriz de Alagón, en 1.387. También encontramos los pergaminos y documentos desde 1.240 a 1.661, como la donación hecha por el obispo y cabildo de Valencia a D. Berenguer de Entenza de la tercera parte de los frutos del diezmo que habían de percibir en Chiva o en otros lugares que le pertenecían en otro obispado. Otro sería, por ejemplo, la venta otorgada por Dª Guillerma de Lluciá, viuda de Berenguer de Entenza y su hijo, a favor del rey D. Jaime I y de Pedro Martínez Dagon del Castillo y Villa de Chiva con sus vasallos y rentas. O el privilegio del infante Don Alfonso, confirmando otro de Bernardo Guillem de Entenza, a favor de los pobladores de Chiva; o sea la primera carta puebla de Chiva, que se ratificó en 1.318, y que también localizamos en el Archivo de la Corona de Aragón.
Así mismo, podíamos destacar otros pergaminos, como el del Real Privilegio para que los vecinos de Chiva no pagasen peaje y otros derechos de uso de las mercaderías que comprasen o vendiesen en cualquiera de los reinos de su majestad; la donación original del Rey Don Jaime al infante Don Alfonso, para sí y los suyos, del imperio de Chiva y Gestalgar y otros; o la Presentación del infante Don Alfonso, del privilegio que el Rey su padre concedió a Berenguer de Entenza para poder vender la sal de las salinas de Chiva. Otros serían, por ejemplo, la Protesta hecha por el infante Don Jaime sobre jurar al Señor Rey Don Pedro según fuero de Aragón y no según el de Valencia, así por su persona, como por sus vasallos de Chiva, Buñol y Cheste; la división y separación de las Baronías de Chiva y Buñol hecha por Don Pedro Conde de Urgel; o la Posesión tomada por parte de Don Guillem Ramón de Moncada, Conde de Agosta de la Villa de Chiva y los lugares de Gestalgar, Miralcamp, Perenxisa y Godella.
Nos llama la atención, uno, de 1.471, que, en concreto, trata sobre la venta otorgada por Don Juan de Piera a favor del Magnífico Sancho de Vallovar, canónigo de la seo de Tortosa y a los suyos, del lugar poblado de «Paredes», con todas sus pertenencias, sito en la Baronía de Chiva. Ya que no sabemos donde estaría ubicada esta población, aunque podría ser «Perenchiza». O la Real provisión, de 1.584, librada a favor de la Villa de Chiva, en el pleito que seguía con la Universidad de Gestalcamp (Cheste), mandado mantener a Chiva, en la posesión del «Jurisfirma».
También vemos, a partir de los legajos del ADM que la parte más rica del término, el Pla de Quart, está arrendado por las principales familias nobiliarias y órdenes religiosas de Valencia; y que éstos pagan menos impuestos que los pequeños labradores que cultivan los campos de los alrededores de la población. Precisamente, en la fértil zona este está el establecimiento hecho a favor del Convento de Predicadores de la ciudad de Valencia, con los que el Marqués de Aytona, mantiene diferentes litigios, por impago de rentas. Así mismo, podemos ver como los Moncada mantienen deudas con todos esos clanes poderosos mientras mantiene su apoyo económico y material a la corona y sus puestos de privilegio en la corte.
Entre estos legajos, podemos ver entre otros, las noticias de los Estados de Chiva, desde 1.317, que incluye, entre otros, un memorial de fortificación del Castillo; algunos que hacen referencia a las cosas que han quedado en la baronía de Chiva desde la expulsión de los moriscos; o sobre las reliquias de San Alejandro y San Macario, en 1.609; también sobre la fundación, en 1.697, de la Capellanía de la Virgen del Castillo.
Así pues, hemos seleccionado para nuestro pueblo algunos documentos importantes, pero solo nos han permitido sacar unas pocas páginas de su gran historia. Por lo tanto, a la espera de la conclusión de las negociaciones con la Fundación Medinaceli, hay que reseñar que quedan por pedir copias de documentos muy importantes, de los cuales conocemos su ubicación, y que se refieren a posesiones, sucesiones, censos, procesos, como el que llevó al secuestro de la Baronía en el siglo XVII, o el libro sobre la fundación de la capellanía de la Virgen del Castillo en la misma época. También, por ejemplo, el legajo en el que aparecen los poseedores de todas las tierras y las casas a principios del siglo XVIII; o los autos de deslinde y amojonamiento con Cheste, Buñol y Godelleta.
Por otra parte, el otro gran archivo que hemos investigado, y del que hemos extraído sustanciosos fondos (aunque también quedan muchos por pedir), es el Archivo del Reino de Valencia. Aquí, hemos encontrado, también, numerosos documentos de gran valor, desde el siglo XIII, como el pergamino real, de 1.318, en el que Teresa, condesa de Urgel, mujer del infante Alfonso, confirma la división de los términos de Cheste y Chiva o en el que el propio infante, ratifica los derechos sobre unos sarracenos apresados. También otros pergaminos o cartas reales, como, por ejemplo, el que Alfonso V ordena al gobernador del Reino de Valencia que pague ciertos salarios de las cantidades del secuestro de la Baronía de Chiva; el desarme de los moriscos de Chiva, en 1.563; o el Real Acuerdo, de 1.708, para que se conceda a la Villa de Chiva y al lugar de Godelleta cierta cantidad de dinero.
Así mismo, podríamos destacar numerosos documentos sobres aspectos económicos, eclesiásticos o jurídicos, como la concordia, en 1.437 entre Guillem Ramón de Moncada, Señor de Chiva y Castellnovo, con sus acreedores censalistas; o el pleito en 1.604, sobre el amojonamiento de Chiva y Quart de Poblet. Encontramos diferentes procesos entre las autoridades locales y la Casa de Moncada, cuando comienza o está a punto de comenzar el proceso de incorporación a la Corona, del que hay abundantes documentos, como el de Miguel Herráez, sobre nulidad de elección de alcalde; o el del Consejo de Justicia y Regimiento de Chiva con el duque de Medinaceli sobre servidumbres rústicas, de 1.771, donde se muestra copia de la Carta puebla de 1.610.
También destacan numerosos pleitos de particulares, hasta el siglo XIX, sobre riegos, posesiones (mayorazgos, ventisqueros de nieve, censos, pantanos, etc.), o penas por las diferentes ordenanzas, como la de ganado, carnes, aguas, etc.
Al mismo tiempo, entre los documentos eclesiásticos, podemos destacar el último libro de cuentas, del que todavía no tenemos copia, del antiguo Convento de San Luis Obo, de los años treinta del siglo XIX.
Así mismo, se pueden ver legajos de «Generalitat», en los que, por ejemplo, podemos ver el vecindario de Chiva en 1.646, y mapas y planos, que documentan los lindes de la Villa en el siglo XVIII. También hemos encontrado algunos protocolos notariales de escribanos como, por ejemplo, Juan Antonio Catalá, del que hemos podido extraer un documento en el que el maestro de obras Vicente Villar compra un terreno en la población, lo que certificaría su participación en la construcción de la iglesia parroquial. Precisamente, ya habíamos encontrado, en el Archivo del Colegio del Corpus Christi de Valencia, un protocolo notarial de Felipe Mateu, referido a la iglesia de San Juan Bautista y que viene a certificar, igualmente, quién y cuando se construyó ante las controversias surgidas años atrás.
Por otra parte, hemos detectado en el Archivo de la Real Academia de la Historia diferentes manuscritos, como el de «Inscripciones del Reyno de Valencia», donde se aprecia una lápida romana con inscripciones en latín, encontrada en nuestro término. Otros documentos similares en los que aparece nuestra villa, descubrimos en el Archivo de la Biblioteca Valenciana, como el que narra los «Sucessos fatales desta ciudad, y Reyno de Valencia o Puntual Diario de lo sucedido en los Años de 1.705, 1.706 y 1.707…», de 1.899, sobre la guerra de sucesión.
Así mismo, también en el Archivo Histórico Nacional encontramos papeles referidos a nuestra Villa, como los que contienen los Sellos de alcaldía y del Ayuntamiento Constitucional de Chiva (1.876) o la Causa General, de 1.940-1.944. Otros ejemplos serían la copia de certificación de las vías pecuarias del término municipal; el nombramiento de Caballero de la Orden de Isabel la Católica a Antonio Hernán. Subteniente de la Milicia Nacional de la Villa de Chiva; la alegación fiscal del proceso de fe de José Alarcón, pastor de Chiva, seguido por el Tribunal de la Inquisición de Valencia, por proposiciones (1.738); o las noticias relativas al enfrentamiento de las tropas liberales con las carlistas en Ampicas, Chiva y Las Cabrillas del año 1.837.
Para finalizar esta exposición podríamos reseñar que también hemos seleccionado diferentes libros en los que aparecen referencias de nuestro pueblo, y que en unos de ellos «El arte de la Representación del Espacio», aparecen varios planos, precisamente, de la Colección Medinaceli, relacionados con las terribles inundaciones de Chiva de 1.776. Hay que recordar que ellas murieron 200 vecinos, o sea, prácticamente el 10 % de la población. Estos mapas, están pedidos al archivo del hospital de Tavera, en Toledo, aunque, a día de hoy, todavía no los hemos recibido.
Y es que, todavía, como hemos señalado, quedan muchos documentos, por descubrir en un viaje que acaba de comenzar. Pero no crean que los legajos que más nos han sorprendido y emocionado fueron los que encontramos en el Hospital de Tavera, o en el Monasterio de Poblet, o en otras partes del país; también en nuestro pueblo descubrimos tesoros como los que poseía la familia de Luis Pérez Díaz, antiguo Cronista Oficial de la Villa. Éstos nos cedieron varias carpetas de valiosas notas, documentos y libros, algunos pertenecientes al Archivo Municipal, con los que estaba trabajando en el momento de su fallecimiento. Entre la valiosa documentación, se encuentran varios libros y pliegos del proceso de incorporación de la Baronía a la corona (también hemos encontrado fondos sobre este tema en el ARV y en el ADM) o un magnífico texto escrito por Luis Pérez Díaz, sobre Fray Jaime de Chiva, que queremos editar y que nos puso en la pista de unos documentos del siglo XIV relacionados con él que atesoran el Archivo de la Corona de Aragón y al Archivo Municipal de Valencia. Precisamente, llevábamos persiguiendo información de Fray Jaime, desde hacía meses, ya habíamos preguntado por él, en el Archivo Franciscano de Valencia y en el monasterio de Poblet, donde quizá debió residir, pues fue confesor del rey Martín «El Humano», que tuvo aquí palacio. Así que, por fin, teníamos un trabajo interesante y bien documentado de nuestro paisano más ilustre e influyente que, además de confesor de reyes, fue teólogo, obispo y embajador, en el siglo XIV; un intelectual que siempre llevó en su apellido el nombre de su localidad natal.
Pero, de entre todos estos documentos, hay que reseñar un importantísimo libro de Juradería que andábamos buscando, mucho tiempo, pues el antiguo cronista lo cita en alguno de sus artículos en los años sesenta. En él podemos ver las actas de los consejos municipales desde el año 1.648 a 1.662. Es un documento fascinante que nos aporta datos muy importantes de una época difícil en lo económico, con conflictos bélicos en los que participaron los soldados de la Villa, pues coincide, precisamente, con la sublevación de Cataluña, en el reinado de Felipe IV. Igualmente refleja, entre otras cosas, los suministros, impuestos, posesiones u ordenanzas, así como sobre festejos como los de los Santos Medios, San Juan, el Corpus, las Pascuas o de la Virgen del Castillo; también sobre nuestro Torico.
En fin, aún queda mucho por investigar, por conocer y reivindicar; quedan muchas sorpresas por descubrir en una villa de gran solera y dignidad, ejemplo de integración y humildad, que ha participado activamente en los hechos más trascendentes y en el desarrollo de nuestro país; que arrastra un pasado fascinante. Su conocimiento amplía nuestras perspectivas, nuestros horizontes y nos permite avanzar con más firmeza, confianza y libertad; da sentido a nuestros pasos.