Hace unas semanas escribíamos sobre un episodio relevante de la Guerra de Sucesión (provocada, entre otras cosas, por la muerte sin descendencia de Carlos II), que pasó en nuestro pueblo y al que queremos volver. Desvelábamos como el 5 de enero de 1706, las tropas borbónicas, bajo el mando del mariscal de campo Antonio Del Valle derrotaron, en Chiva, a las tropas del archiduque Carlos de Austria, al mando del emblemático general Juan Bautista Basset Ramos.
Comentamos como, según las crónicas, al atacar nuestra villa los partidarios del Habsburgo, muy superiores en número, perdieron treinta hombres y una cifra superior de prisioneros fue capturada por las fuerzas regladas borbónicas; así mismo, vimos que, entre los fallecidos, se encontraban dos sobrinos suyos y algunos de sus más estrechos colaboradores. Y destacábamos como la imagen de Basset quedó bastante deteriorada, al ser reprobado, por su fallida estrategia, por el mismo archiduque.
Ahora, queremos añadir algunos datos más a este suceso que, creemos, pueden ser interesantes y que obviamos en el citado artículo.
En primer lugar habría que reseñar que, como ha resaltado el historiador alicantino Enrique Giménez, el marqués de Aitona, de linaje catalán, tuvo una activa presencia en la Guerra de Sucesión a favor de Felipe V y, «como barón de Chiva, vio su villa secuestrada»; también otros nobles sufrieron similares castigos, como la marquesa de Llanera y condesa de Olocau, María Sanz Vilaragut, que perdió sus señoríos de Llanera, Olocau y Gátova, y todo el valle alto de Carraixet (Entre Marte y Astrea. La corona de Aragón en el siglo XVIII). Por lo tanto, además de su situación estratégica, todavía tendría más sentido el hecho de la presencia de las tropas borbónicas en nuestra villa.
Por otra parte, el especialista Joaquín Guerrero Villar, en su tesis doctoral (El tratado de paz con Inglaterra de 1713. Orígenes y culminación del desmembramiento de la monarquía española. Universidad Autónoma de Madrid, Departamento de Historia Moderna), aporta otros datos en lo referente al combate y al desequilibrio de los contendientes. Así, aclara que los «maulets» (austracistas), formaban «ejércitos de campesinos, inexpertos como soldados, faltos de organización y de medios, eran muy ineficaces» y pone como ejemplo el intento de conquista de Chiva «donde, 14.000 hombres de a pie y 600 a caballo fueron puestos en fuga por tan sólo 100 soldados de la Guardia Real que, al mando de Antonio del Valle, había enviado Felipe V».
Y añade: «Por eso la situación de la provincia era muy confusa y el ejército borbónico, pese a sus escasos efectivos, mantenía el control de algunas zonas e infligía severas pérdidas a los sublevados. Finalmente, a comienzos de año, llegó Peterborough a la provincia con 4.000 veteranos ingleses y 2.000 catalanes. El 3 de febrero de 1706 consiguió llegar a Sagunto, no sin oposición, e inmediatamente entró en Valencia donde trató de organizar el control de todo el reino además de poner orden en la caótica ciudad. Su primera medida fue liberar a muchos de los encarcelados por Basset».
Como sabemos, Basset había pedido ayuda a Carlos para organizar la defensa de Valencia, debido a que los «maulets» no eran una fuerza capaz de hacer frente a las tropas franco-españolas de Felipe V y éste mandó un ejército a las órdenes de Charles Mordaunt, conde de Monmouth y de Peterborough que pudo rechazar los ataques enemigos, aunque creo un nuevo poder político en el reino de Valencia, comandado por el Conde de Cardona que tenía como objetivo acabar con los «excesos» de los «maulets» y ganarse el favor de los nobles, que en su mayoría, tras ver mermados sus privilegios, apoyaban al candidato borbónico.
Las medidas de Basset en favor de las clases populares fueron suspendidas, pues, y su líder castigado. Fue enviado a Alcira y, posteriormente, a Játiva, para que participara en los combates; y el 25 de junio de 1706, aprovechando las celebraciones de la proclamación como rey de España, Peterborough viajó a esta última población para encarcelar a Basset lo que provocó revueltas.
Tras la rendición de Valencia (tres semanas después de la derrota del ejército del archiduque Carlos en la batalla de Almansa del 25 de abril de 1707), Felipe V designó al duque de Berwick (jefe de sus tropas) comandante general del Reino de Valencia; entonces, fue nombrado gobernador de la ciudad Antonio del Valle como dijimos en el artículo anterior.
Esperamos que estas notas sean de interés para aquellos lectores que se han interesado por el tema. Porque nuestro objetivo es mostrar con la máxima claridad y honestidad pese al límite de espacio y la necesidad de sintetizar, los diferentes sucesos o capítulos de la historia de nuestro territorio, manos o menos relevantes. Todos ellos, en mayor o menor medida, han marcado nuestro carácter, han conformado nuestra esencia; nos han configurado como pueblo.
JCM
Fecha de publicación: 03/06/2021