Como se destaca en el artículo de la web de la Asociación Peña Taurina El Torico (www.eltoricodelacuerda.com), dedicado a los festejos de los Santos Medios, éstos se celebran, en febrero, desde el siglo XVII.
Efectivamente, como sabemos por los documentos encontrados en el Archivo de la Fundación Ducal de Medinaceli, tras la reciente investigación promovida por el Ayuntamiento de Chiva, estas fiestas se ofician desde que los Moncada traen, en 1611, las reliquias de estos santos romanos, que son declarados patrones de la Villa: Alejandro y Macario. En 1609, Doña Catalina de Moncada, esposa del señor de Chiva Don Gastón de Moncada, que era embajador de Felipe III en la Corte de Paulo V, solicitó a la Santa Sede las reliquias de los mártires. Éstas, posteriormente, fueron extraídas de las catacumbas de Roma y enviadas a Zaragoza, donde el diplomático ejercía, entonces, como Virrey y, de allí, los huesos viajaron hasta Chiva, en 1611, acompañados por sus dos hijos: Don Miguel, Maestre Racional del Principado de Cataluña, y Don Carlos, Deán de la Catedral de Tortosa.
Por otra parte, en un documento del archivo municipal del que hemos hablado en diferentes ocasiones, un libro de jurados que recoge las actas del concejo desde 1948 a 1662, vemos como estas fiestas «gordas», eran muy relevantes y duraban varios días, con actos religiosos (como las misas, toques de campanas o bendiciones de panes) y profanos (con hogueras, cohetes, música y comedias incluso con soldadesca de Moros y Cristianos). Ya lo recoge así el antiguo cronista Luis Pérez Díaz en un artículo publicado en el número 69 de la revista Castillo (sección Nuestra historia de noviembre de 1967), haciéndose eco de este legajo conservado en el Archivo Municipal.
Las reliquias de los Santos Medios, que inicialmente se depositaron en la iglesia de San Miguel, se encuentran ubicadas, hoy, en la iglesia parroquial de San Juan Bautista; también sus imágenes, en representaciones dignísimas como el gran lienzo de José Vergara que cuelga en el presbiterio.
Así pues, Chiva el único lugar que tiene como patrones a estos santos, a los que aquí se les bautizó cariñosamente como «medios» (al estar decapitados) y el único, por tanto, donde se les dedican hogueras, que han sido tradicionalmente los fuegos invernales más celebrados. Unos ritos populares que son necesarios preservar, como han hecho históricamente los niños, recogiendo sarsales y compitiendo en levantar la mejor falla, el mejor sagato. Esperamos que este año, debido a las circunstancias, sea el único en que no se va a celebrar este ritual, dentro de la conmemoración de la festividad (la próxima semana -día 5-); hay que intentar preservar nuestros ritos, sobre todo éstos que son autóctonos, en su mayor pureza, porque forman parte indisoluble de nuestra esencia, de nuestra existencia.
JCM
Fecha de publicación: 27/01/2021