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Se presenta un «pequeño» tesoro y un «pequeño» juego.

El pasado día 12 de enero, en el Salón de actos del Centro Parroquial, se presentó la última publicación de nuestra asociación: Romance de las fatales desgracias ocurridas en la villa en octubre de 1776 y otras trovas y oraciones. Una reproducción, como dijimos en el artículo anterior, de un antiguo legajo de versos y oraciones del siglo XVIII, sin título ni firma, que nuestra asociación, el Centro de Estudios Chivanos (CECH), adquirió hace unos meses, gracias a la mediación de nuestro compañero Sergio Carrión Miró.

El acto comenzó con la intervención del magistrado Juan Mejías Gómez, que destacó la valía y la singularidad del hallazgo anónimo, escrito con pluma de ave. El juez chivano destacó, en primer lugar, la rareza de que esta pequeña obra literaria, se dividiera en tres partes diferenciadas en cuanto a temática y ritmo de escritura. En la primera de ellas, como subrayó Mejías (Trobas de un alma arrepentida), el autor muestra su parte más íntima elaborando unos emotivos versos que demuestran su viva fe religiosa; la segunda (Nueba relación y curioso romance en que refieren las fatales desgracias que sucedieron en la Villa de Chiva causadas por un furioso dilubio que experimentó en la madrugada del día veinte y tres de Octubre del año 1776), sin embargo, es una crónica de la catástrofe aludida en el título, narrada, como subrayó el segundo de los intervinientes, Marcos Gójski Saus, con una cierta musicalidad, versificada, en la que el autor pide el auxilio de la Virgen del Castillo. La tercera parte, como subrayó Mejías, en forma de misal, consta de unos sonetos religiosos dedicados a diferentes personajes del catolicismo, entre ellos a San Juan Bautista o San Miguel, que el autor (él mismo, lo desvela) copia de otros libros que no cita.

Así mismo, Juan, subrayó la gran cultura del autor que escribe con una caligrafía sublime y clara, lanzando la hipótesis de que podría ser, posiblemente, un clérigo o un escribano local, apoyándose, también, en los motivos que aparecen al final de algunos párrafos, similares a las rúbricas de algunos notarios de la época. Estas suposiciones desencadenaron un prolífico y sugerente debate entre los asistentes intentando descifrar el misterioso perfil de este poeta, que podría corresponder al del primer escritor chivano documentado. Así, el presentador, sugirió acertadamente, el proponer, a los asistentes y a nuestros lectores, varias líneas de investigación en base a lo debatido, en forma de juego que pueda acercarnos o descubrir ese personaje misterioso que, como alguno de los presentes insinuó, también podría ser una mujer… 

El acto lo cerró nuestro compañero Marcos, como hemos mencionado, que recitó meritoriamente la segunda parte del legajo aludida, para nosotros la más conmovedora e interesante, que él mismo transcribió y que reproduciremos en un futuro artículo, también a propuesta de los asistentes. Esta intervención, también generó un nuevo diálogo, igualmente fructífero, ya que algunos datos que expone son controvertidos (como el hecho de que no reflejara correctamente el número de muertos o de casas arrasadas, como hemos visto en otros documentos con otro carácter menos poético) o asombrosos (como, por ejemplo, la revelación de que se encontraran cuerpos a lo largo del cauce alejados del pueblo, incluso en Paiporta). 

Así, pues se propuso extender el atractivo juego, planteado por Mejías, a esta otra cuestión y a otras que propone la lectura de las ajadas páginas de ese pequeño, pero gran tesoro, que hemos restituido a nuestro municipio. Al fin y al cabo, esa es una de las misiones del CECH, reflexionar, investigar, recuperar esas páginas perdidas de nuestra digna y rica historia que nos permiten conocernos y reconocernos para avanzar, con orgullo y confianza, hacia el futuro.

JCM

Centro de Estudios Chivanos (CECH)

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