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Un paisaje cultural

    

El CECH contra el macroparque fotovoltáico, en defensa de nuestro patrimonio.

    

     Aunque no estamos en contra de las renovables, ni la ubicación (por muy baratos que les salgan los terrenos a los inversores), ni, por supuesto las dimensiones, son las adecuadas; esto no es sostenibilidad. Estamos ante un total desvarío, que responde al boom de las renovables, que, por falta de planificación institucional y de contar con las sociedades que las acogen, puede convertirse en otra gran burbuja especulativa en manos de grandes empresas europeas. Si en la época del desarrollismo se acabó con gran parte del patrimonio monumental y la belleza de nuestro pueblo, ahora, sin duda, se pretende destrozar nuestro entorno natural, en nombre del progreso y la sostenibilidad.

     Así pues, este parque es, sin duda, la mayor agresión ambiental y cultural que ha sufrido nuestro pueblo en toda su historia. Y pararlo, es, sin duda, el mayor desafío al que se va a enfrentar nuestra generación. Desde nuestra asociación, siempre interesada en defender nuestro patrimonio, estamos intentando parar la debacle, uniendo fuerzas con otras entidades y el Ayuntamiento.

     Porque puede desaparecer, pues, gran parte de nuestro medio natural, ese del que tanto estamos orgullosos y, como hemos dicho, también un espectacular paisaje cultural que han labrado generaciones de chivanos. Paisanos que han interactuado inteligente y respetuosamente con la naturaleza; en completa sinergia. Un legado que habla de nuestra historia, que destila nuestros conocimientos, nuestros valores y nuestro carácter; que sustenta nuestra particular idiosincrasia.

     Ese espacio vivo, cambiante, es el de las garroferas centenarias, la carrasca y los almendros en flor; el de la liebre, el águila perdicera y el perdiguero; o el de la fuente, la barraca de piedra y los restos arqueológicos. Es, también, pues, un área simbólica y emocional que se convierte en la mejor herencia que podemos dejar, la más digna. En ella convergen pasado y futuro.

     Nuestra asociación, adherida desde el primer momento a este movimiento ciudadano en contra de la instalación fotovoltaica, no puede menos que posicionarse para defender ese territorio de gran valor, singular, en el que han dejado su huella nuestros ancestros, el escenario de nuestra existencia; aquel que, al margen de escrituras, es patrimonio de todos. Porque su ADN es el mismo que corre por nuestras venas, como el agua de la Comorica, porque negociar con él, entregarlo a estas multinacionales extrañas y voraces sería atentar contra nuestra conciencia, vender nuestra alma al diablo.

Junta Directiva del C.E.CH.

Fecha de publicación: 14/02/2021

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