Efectivamente, este espacio museístico atesora la espectacular obra que el genial pintor flamenco Anton Van Dyck (Amberes1599- Londres 1641) dedicó a Francisco de Moncada y Moncada, III Marqués de Aytona y Señor de Chiva (Valencia, 1586 – Goch, 1635). Éste fue literato, historiador y diplomático español del Siglo de Oro, que estuvo al mando del Ejercito del Mar del Emperador o de los Tercios de Flandes. Así, fue hombre de confianza del rey Felipe IV, quien llegó a decir de él que era «ministro de muchas prendas y tal que no veo hoy otro que le iguale».

El pintor belga realizó este retrato en 1634, un año después de la llegada de Francisco a los Países Bajos para asumir el cargo de gobernador. En concreto este óleo, de tres metros de altura, fue donado en 1941 por las familias emparentadas de los Montesinos Checa y los Trénor Montesinos a la Academia de San Carlos, para ser expuesto en Museo de BB.AA. San Pio V. En este punto y como curiosidad, hay que reseñar que algunos miembros de esta saga tienen una estrecha relación con nuestro pueblo.
Por una parte, el coronel Manuel Montesinos y Molina (que fue quién adquirió el cuadro), autor de una importante reforma penitenciaria en tiempos de Isabel II, fue condecorado con la Cruz de San Fernando por su destacada actuación durante la I Batalla de Chiva (1 de abril de 1836); al dirigir una carga de su escuadrón contra las posiciones defensivas del general Cabrera. De hecho, su retrato ocuparía un lugar de honor en el palacio de los Montesinos Checa (Manuel Montesinos Sacristán-María Josefa Checa Enguídanos), junto al de Francisco de Moncada, aludido. Una mansión, tristemente desaparecida, en la calle de la Hierba, que perteneció al conde de Parcent y fue adquirida en el siglo XVII por el canónigo Rea, emparentado con la familia Checa Ramiro.
Por otra parte, Enrique Trénor Montesinos Bucelli y Sacristán, conde de Montornés y de la Vallesa de Mandor fue elegido diputado a Cortes por el distrito de Chiva en las elecciones generales de 1918y por el de Valencia en los comicios de 1919.
Tras este paréntesis y siguiendo con la obra de Van Dyck, tenemos que resaltar que este artista ejecutó otras dos versiones idénticas del mismo personaje a caballo; una se encuentra en el Museo del Louvre de París y, la otra, en el Palacio de Liria de Madrid. La primera de estas obras, en un principio formaba parte de la importantísima colección (más de 3000 obras maestras de las escuelas flamenca, española e italiana), de Gaspar de Haro y Guzmán, VII marqués del Carpio y Heliche (1629-1687). Este diplomático de importante linaje, ha sido uno de los más destacados mecenas de la Historia del Arte de España y posiblemente habría vendido esta obra durante su larga estancia en Italia (aunque conservó otro cuadro del mismo autor: San Francisco de Asís en éxtasis,hoy en el Museo del Prado). En 1798, las tropas napoleónicas ocuparon Roma y confiscaron este retrato del palacio del duque Luigi Braschi Onesti, y lo trasladaron a París, donde fue colocado en el recién inaugurado Museo del Louvre.
La segunda versión habría sido realizada por encargo de la madre del Marqués del Carpio, Catalina Fernández de Córdoba, y, tras la extinción de la Casa de Haro, pasó con los títulos y demás propiedades a la Casa de Alba (su hija Catalina Méndez de Haro estaba casada con el duque). Además, otras copias son las realizadas por los artistas franceses Géricault y Watteau que se encuentran en el Stedelijk Museum y la colección Lousada, respectivamente.
Este cuadro que empezó a ser restaurado en 2015, por las restauradoras del Pio V y por el Institut Valencià de Restauració, Conservació i Investigació (IVCR+i), ocupa, desde el pasado mes de febrero, un lugar destacado en la sala 17 de la primera planta de la colección permanente, dedicada al arte flamenco del siglo XVII. Por supuesto, es una sus pinturas más significativas, pues, además, se trata de una de las escasas obras de Van Dyck que existen en España, fuera de las colecciones del Museo del Prado y de Patrimonio Nacional.
En él se muestra al Moncada con armadura completa y cuello blanco, mientras apoya la mano derecha sobre un bastón de mando y con la izquierda sujeta los frenos del caballo. Como era costumbre de los capitanes españoles, lleva una banda roja ceñida al brazo izquierdo. Van Dyck parece haberse inspirado para la composición de esta obra en el Retrato ecuestre de Carlos V de Tiziano o en el Retrato ecuestre del duque de Lerma de Rubens. Así mismo, el artista belga, también retrató al poderoso noble en otras posturas, como vemos en la obra que se conserva en el Kunsthistorisches Museumde Viena, en la que se muestra de medio cuerpo.
Por último, hay que reseñar que Francisco de Moncada fue el hijo primogénito de Gastón de Moncada, II marqués de Aytona y virrey de Cerdeña y Aragón, y de Catalina de Moncada, baronesa de Callosa. Sí bajo el señorío de su padre, se produce la expulsión de los moriscos (1610), quedando Chiva, prácticamente despoblada, Francisco será quién promueva su repoblación. Su afilada pluma escribirá, de esta forma, una de las páginas más significativas de la homérica biografía de nuestra villa.
JCM
Fecha de publicación: 24/03/2021